Lisboa es una ciudad que se puede recorrer andando fácilmente, siempre que estés dispuesto a lidiar con algunas cuestas empinadas.

Es muy sencillo explorar la ciudad a pie si gozas de buena salud, pero las calles empedradas y las muchas y pronunciadas pendientes pueden suponer todo un reto si tienes movilidad reducida o estás en baja forma.

Lisboa es famosa por extenderse a través de siete cimas y, mientras haces turismo, tienes la sensación de estar constantemente subiéndolas y bajándolas. Con un poco de planificación, es posible trazar una ruta que evite completamente las colinas y se limite a los valles, siguiendo la orilla del estuario del Tajo: los detalles de esta ruta se proporcionan más adelante.

Si es tu primer viaje a Lisboa, la principal zona turística, que cubre los distritos de Baixa, Alfama y Casi de Sodre, es relativamente pequeña. Puede parecer mucho más grande debido al laberinto de calles estrechas del distrito de Alfama, donde es fácil perderse. El distrito de Belém, que se encuentra en el lado oeste de la ciudad, también es una zona turística popular de Lisboa que está a un corto trayecto en tren.

A causa de las subidas, querrás llevar un calzado para caminar decente, ya que los tacones pueden ser especialmente peligrosos en las irregulares calles de adoquines. Las chanclas y los zapatos abiertos pueden resultar tentadores en el caluroso clima veraniego, pero no son nada recomendables para explorar la ciudad.

Si prefieres no recorrer la ciudad a pie hay muchas otras opciones, incluyendo autobuses turísticos, recorridos en tuk-tuk, cruceros por el río y los coloridos tranvías tradicionales. Lisboa tiene un transporte público excelente, con un sistema de metro moderno y muchas líneas de autobús. Viajar en taxi o utilizar una app de servicios de transporte privado (Uber o Bolt) también es barato y a menudo la mejor forma de moverse por la ciudad.

Consejo: si tienes movilidad reducida o problemas de salud, el paisaje montañoso de Lisboa no debería disuadirte de visitarla. Hay áreas planas que explorar y montones de formas alternativas de ver la ciudad.

Lisboa es una ciudad montañosa, pero hay muchos distritos que son planos y fácilmente accesibles si tienes movilidad o resistencia limitada.

El distrito de Baixa yace en un valle entre las colinas de Alfama y Bairro Alto y es relativamente plano. Es una zona fantástica que visitar, ya que además de ser plana tiene amplios paseos y grandes plazas. En el lado norte de Baixa está la Avenida da Liberdade, una avenida ligeramente inclinada donde se ubican muchos de los hoteles de lujo de Lisboa. Es una zona estupenda para alojarte si quieres evitar las cuestas de Lisboa.

Rua Augusta

En el lado sur de Baixa están las orillas del estuario del Tajo y, una vez más, esta región ribereña es plana. Yendo hacia el oeste junto al río se llega al distrito de Casi do Sodre, donde encontrarás el mercado de comida TimeOut y la Pink Street, uno de los epicentros de la vida nocturna en Lisboa. La orilla oriental del río limita con el distrito de Alfama y pasa por la terminal de cruceros, pero para ver algo de Alfama tendrás que subir varias cuestas empinadas.

Pink Street

El distrito de Belém es otra zona plana de la ciudad que contiene muchas atracciones turísticas fascinantes. En Belém se encuentran la Torre de Belém, el Mosteiro dos Jerónimos y el Pastéis de Belém, donde se originó el tradicional Pastel de Nata. Se puede llegar fácilmente a Belém en Uber o taxi. También dispones del tranvía E15, pero puede que vaya muy lleno.

Mosteiro dos Jerónimos

Todas las calles de Lisboa están revestidas con pavimentos de «calçada» decorativa que utiliza piedras blancas (caliza) y negras (basalto) para crear patrones de mosaico. Son vías bonitas de admirar pero resbalan mucho cuando hay humedad, ¡y en invierno llueve mucho en Lisboa!

En determinadas calles antiguas, el cemento que mantiene las piedras en su sitio puedes estar muy desgastado, lo que crea una superficie muy desigual. Por eso los tacones no son nada recomendables en Lisboa.

Rossio

Lisboa tiene un transporte público excelente, pero para la mayoría de visitantes Uber o Bolt son la forma más rápida de moverse por la ciudad. Estas apps de transporte privado son más baratas que los taxis normales (alrededor del 25 %) y mucho más prácticas que averiguar cuáles son las rutas de autobús o que meterse en un tranvía abarrotado. Te aconsejamos descargarte la app de Bolt o Uber antes de empezar a hacer visitas turísticas por Lisboa.

El metro de Lisboa es excelente, pero no tiene ninguna estación en Alfama ni en Belém, así que resulta de poca utilidad para los visitantes. El metro es el mejor medio de transporte público para llegar des del aeropuerto.

Si viajas solo o quieres utilizar el transporte público, el billete ilimitado 24 horas de 6,80 € tiene una relación calidad-precio excepcional y se puede adquirir en cualquier estación de metro.

Mientras estés haciendo turismo, te ofrecerán constantemente recorridos o trayectos en tuk-tuk. Es divertido, pero mucho más caro que un taxi, Uber o Bolt. Están diseñados exclusivamente para turistas y los precios son una constatación de ello.

Basílica da Estrela

No quieras tener coche mientras estés en Lisboa, ya que te dará más problemas que otra cosa. Hay muy poco parking en el centro de Lisboa y las carreteras se congestionan con frecuencia. Un coche podría ser útil para ir a explorar la región que rodea Lisboa, pero desde luego no lo necesitarás en la ciudad.

Parque das Nações

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